Diseñado por OAB
"… En un momento determinado un cliente nos encargó este proyecto, muy cerca de la Rambla de Poblenou. Y desde un primer momento nos dimos cuenta de lo especial que era, con esos toques y aire Mediterráneo. A partir de allí, empezamos a trabajar construyendo con elementos únicos pero muy ligados.”
La promoción de Viviendas diseñada por el despacho OAB de Carlos Ferrater, en la calle de Fernando Poo, muestra la historia del barrio a través de 200 palabras pintadas en la fachada.
Está ubicado en el tejido antiguo del Poblenou, en un punto de transición entre el eje histórico de María Agulló, la Rambla de Poble Nou y las proximidades de la playa, el proyecto atiende a esta doble condición.
Por un lado, en la calle Fernando Poo recupera la tipología tradicional de la casa, viviendas a una mano y de dos alturas que manifiestan a la calle su individualidad. Por otro, la calle Sant Francesc, la solución tipológica insiste en la actividad de las plantas bajas como elemento fundador del control social de la ciudad, amoldándose al tejido típico de las calles del barrio, pero a la vez esta fachada no actúa como las viviendas tradicionales del Poblenou, sino que está pensada con la función de ser una de las nuevas edificaciones en altura, por ese motivo organiza los dúplex en primera planta.
Sin embargo, sí que tienen algo en común, las dos fachadas están organizadas con la disposición de viviendas pasantes, garantizando la ventilación cruzada.
Patios interiores, lleno y vacío…
El acceso evita los ascensores y genera que los espacios comunes sean la extensión de los interiores de la vivienda.
La esquina se resuelve con una vivienda en T que se abre al patio interior y a un espacio que propone una nueva interrupción en la calle de Fernando Poo. El vacío de la esquina beneficia así a tres viviendas y ofrece un espacio de acceso colonizable por sus habitantes.
Estos vacíos ayudan a la transición entre lo privado y lo público. Crea pequeños patios de acceso protegidos que contribuyen a una estrategia energética que gracias al aislamiento por el exterior (SATE) y a la aerotermia consigue la máxima eficiencia.
La frontera entre lo doméstico y la visión de conjunto, se diluye todavía más en el interior del proyecto junto a la plantación de arbolado. La buena orientación de las casas, al sol y al mar, desvela un pequeño remanso ajardinado en el corazón de la ciudad.
Materialidad
La fachada se compone esencialmente de tres materiales: el hormigón, vidrio y acero.
Gracias a su materialidad hace posible que el arquitecto pueda jugar con los llenos y vacíos del volumen. La clave de diseño de estas fachadas largas, son tanto las inscripciones como el diseño de las puertas hacen que lo que podía ser un paredón largo, bajo y estéril tenga una relación con la calle adecuada de escala.
“El proyecto reconstruye el tejido urbano de la zona, y explicitamos aún más el proyecto entroncándolo con la historia del barrio y haciendo participar a la gente de la arquitectura"