“Para nosotros es muy importante hacer una arquitectura que sea “llamada” desde el lugar, tenemos la idea de que nuestra arquitectura surja de la situación y condición del momento. Esto significa hacer una arquitectura hecha expresamente para la situación. Depende de qué situación, la arquitectura es de una manera o de otra. Nuestra arquitectura ama la topografía, la geografía, l’organizitá de la situación… Se trata de una arquitectura muy orgánica que quiere insertarse, responder a la circunstancia, al entorno y al público.”
Este mes hemos tenido la oportunidad de visitar el estudio de arquitectura EMBT liderado por la arquitecta Benedetta Tagliablue. Hemos disfrutado del espacio y el ambiente que envuelve el proceso de los proyectos de este estudio, hemos podido dialogar sobre liderazgo, arquitectura y equipo entre otros temas, a continuación os dejamos con la entrevista.
Nos gustaría que nos hablaras de como vives y como has asumido tu liderazgo dentro de tu equipo, ¿ha sido fácil?
«Después de que mi marido Enric muriera, no quería entrar a liderar directamente, pero era necesario. Con el tiempo me fui acostumbrando a observar las maneras de liderar, de llevar los equipos y de crear una manera de llevar una sociedad de trabajo. Poco a poco me he ido definiendo como la “mamá” del estudio. La familia la integran todos los que participan del estudio, yo hago un poco de mamá y trato estas relaciones de forma fluida. Intento transmitir a todos el sentimiento de que lo que estamos haciendo es muy importante, para lograr que durante cada proyecto todos vayan compartiendo este espíritu de vocación».
«Ser un despacho de una dimensión relativamente pequeña, te permite una comunicación interna bastante fluida. Esta parte de la comunicación interna es una de las partes más importantes para que cada uno sepa cómo apreciar lo que hacen los demás y lo conozca. A veces me gustaría que todo el mundo compartiera el mismo conocimiento, somos un estudio complejo donde cada parte es importante. Por eso, intento mantener de pie las diferentes secciones y trato de inventar roles nuevos como el de una persona que haga de puente de comunicación entre la parte directiva y la parte creativa o de producción».
Háblanos de la estructura de vuestro estudio, ¿como se conforman los equipos y que rol asume cada uno?
«Los equipos de proyectos son los más importantes. Debido a su gran relevancia en el estudio, estos equipos tienen normalmente un director de proyecto que es quien hace toda la gestión del team. Paralelamente, tienen que haber los equipos de comunicación que están ganando peso dentro del equipo porque aparte de comunicar cuando se termina un edificio a través de los medios, también hay que tener un plan de comunicación constante entre los clientes y el estudio. La parte directiva evidentemente también tiene un peso importante. Además, tenemos la parte creativa de los más jóvenes, quienes suelen aportar ideas muy frescas y por eso es muy bonito involucrarles en los proyectos».
¿Cómo fue vuestro proceso de internacionalización, la búsqueda de trabajos en el extranjero y la ejecución de los proyectos?
«Al principio nosotros éramos un equipo muy joven (cuando todavía estaba Enric Miralles) y era realmente difícil tener encargos en nuestra propia tierra porque siempre había alguien con más años de experiencia. Desde el inicio fuimos viajando mucho, porque la gente cuando te desplazas te mira con un aire más fresco. También empezamos a participar en competiciones fuera de España, mucho antes de que estas fueran más comunes. Con el tiempo la participación se convirtió en una costumbre, por eso hemos tenido proyectos en Japón, hemos estado haciendo competiciones en Dinamarca, en Holanda, en Alemania… Después abrimos un despacho en Alemania y ahora tenemos uno más en Francia. Movernos y participar en la arquitectura extranjera ha sido siempre algo inherente».
¿Qué valores tienen en común vuestros proyectos?
«Para nosotros es muy importante hacer una arquitectura que sea “llamada” desde el lugar, tenemos la idea de que nuestra arquitectura surja de la situación y condición del momento. Esto significa hacer una arquitectura hecha expresamente para la situación. Depende de qué situación, la arquitectura es de una manera o de otra. Nuestra arquitectura ama la topografía, la geografía, l’organizitá de la situación… Se trata de una arquitectura muy orgánica que quiere insertarse, responder a la circunstancia, al entorno y al público».
¿Y cuál es el proceso que normalmente tiene un proyecto en vuestro estudio?
«Los proyectos siempre tienen un punto de salto al vacío. Aun habiendo estudiado mucho el entorno, la historia o el público existe un momento en el que se tiene que hacer este salto al vacío para dar inicio al proyecto. Estamos mitigando este acto de fe porque nos gusta mucho trabajar con cosas que están entre una decisión formal y alguna cosa objetiva que pasa en el lugar. Por ejemplo, hacemos muchos collages. Recortamos imágenes, cosas, materiales y hacemos nuevas formas y composiciones que muchas veces nos sirven como inspiración para dar este salto en el vacío. Los collages son un proceso que nos ayuda, nos divierte, nos acompaña y nos sirve para llegar a desarrollar las arquitecturas de una manera siempre nueva. Además, en el estudio tenemos el departamento de maquetas. Las tenemos aquí mismo porque es muy interesante tener la capacidad de transformar tridimensionalmente los croquis. Los primeros croquis a veces los hacemos directamente en tridimensional y así podemos comprobarlos físicamente y tener un lugar donde intercambiar opiniones».
¿Cómo aplicáis en vuestro proyectos arquitectónicos los conceptos de sostenibilidad
«La sostenibilidad es un tema importantísimo que siempre hemos trabajado desde antes que se conociera tanto la palabra “sostenibilidad”. Poco a poco todos los aspectos sostenibles se han hecho más explícitos en la arquitectura. Antes era más implícito y ahora cada aspecto es más detallado. La diferencia entre cuando empezamos y ahora es que entonces hacíamos edificios sostenibles con intuición y ahora hacemos edificios sostenibles con el apoyo de muchos profesionales y muchos conocimientos que realmente te ayudan a hacer que los edificios tengan una vida más duradera y ecológica».
Cuéntanos qué proyectos son los que más importancia han marcado en la evolución del estudio…
«En nuestra carrera tenemos unos proyectos que han sido particularmente significativos. El proyecto del Mercado de Santa Caterina y de todo su entorno es un encargo de los más importantes. El parlamento de Escocia ha sido el proyecto más grande, costoso y oficial con un buenísimo resultado. Uno de los proyectos que más amo es el Pabellón de España porque es uno de esos proyectos mágicos que no pensábamos ganar. La propuesta de un pabellón construido en mimbre era algo casi imposible y lo conseguimos construir. Pero últimamente el proyecto que más quiero es el de la Fundación Kálida porque trata un tema maravilloso. El tema de los centros Maggie’s era algo que yo seguía desde hacía mucho tiempo y tiene que ver también con la muerte de mi marido Enric con cáncer. Cuando diseñamos la Fundación Kálida, tuve muy presente el sentimiento que experimenté durante la enfermedad de mi marido y el objetivo de lograr construir un espacio para que una enfermedad pueda ser menos dolorosa».
¿Cómo surge la idea de crear la Fundación Enric Miralles
«Quería hacer algo que recordara a Enric y su fantástica pasión por la arquitectura, una pasión para hacer cosas siempre nuevas, experimentales e inesperadas. Es un espacio que muestra el trabajo de Enric a generaciones más jóvenes que siguen las mismas líneas experimentales que seguía él. Hay muchas cosas interesantes que pasan en la fundación: está la parte de educación donde vienen intercambios de universidades, un espacio de exposiciones muy dinámicas con algo muy distintivo y especial (sacan a la luz el patrimonio que tenemos en nuestro archivo: miles de maquetas, proyectos con alguna temática, colecciones…) y un espacio de conferencias, de seminarios y de intercambios que refleja la parte cultural del estudio. Siempre hemos hecho cosas parecidas en el estudio, pero ahora hay un lugar donde está la parte más experimental y otro lugar donde está el espacio más productivo. Recientemente, se formó un movimiento de muchos estudiantes que se mezclaban con los jóvenes del estudio y esto desencadenó al nacimiento de un punto de encuentro, de pensamiento, de personas que se están formando, ilusionadas y jóvenes. Me parece estupendo tener un centro de arquitectura abierto a nuevas posibilidades».
Ha sido una oportunidad fantástica poder pasar la mañana en el estudio Miralles Tagliabue EMBT con Benedetta Tagliabue, donde hemos podido comprender su manera de asumir el liderazgo de su estudio que destaca por una comunicación interna fluida y de calidad.