Juan Luís Medina | Socio Cofundador Madrid in Love
Juan Luís Medina: «Nos define la iluminación que tratamos dentro de los espacios que transforman las emociones de las personas. Somos capaces de crear ambientes para que pasen cosas diferentes o sientas cosas diferentes. También intentamos dar sentido a la elección de los materiales. Éstos se seleccionan para que aporten las sensaciones y la iluminación que buscamos, a la vez que envejezcan bien. Con la luz, potenciamos las texturas y hacemos que el material parezca más blando, furo, cálido… Otro de nuestros rasgos que nos define es nuestra actitud de querer aprender constantemente. Somos muy ágiles y cercanos con el cliente, y, sobre todo, queremos acompañarle para que se equivoque lo menos posible».
¿Cómo os complementáis, contadnos sobre el rol que asume cada uno en el estudio y cómo se organizan los equipos de trabajo?
Naroa Quirós: «Juan Luis trabaja en la parte creativa y yo me centro en la parte de gestión y organización del estudio. Esto permite a Juan centrarse en la creación, que es lo que le gusta y se le da bien. Yo, por otro lado, intento que todo salga bien, tanto en los proyectos como en el estudio. Mi labor es ayudar cuando al cliente le surjan problemas. Cabe destacar que dentro del despacho tenemos equipos de recursos humanos, administración, impuestos y de contabilidad. Está muy estipulado quién hace cada cosa. Tenemos una dirección de proyectos y equipos de diseño con profesionales sénior y junior. También un departamento encargado de crear los planos técnicos; y otro dedicado a las compras, al seguimiento de pedidos y al control presupuestario. Estamos tan parcelados que todo el equipo sabe lo que tiene que hacer cuando entra un proyecto».
Naroa Quirós | Socia Cofundadora Madrid in Love
¿Cómo os organizáis para trabajar en los proyectos, qué procesos seguís?
Juan Luís Medina: «Cuando un proyecto llega al estudio, siempre hay una primera fase de conocer el cliente y de ir a ver el local. Luego, el proyecto lo trabaja la dirección creativa y siempre hay un equipo de diseño destinado para ese proyecto. El equipo creativo establece el concepto del proyecto, la distribución y el diseño. El siguiente paso es responsabilidad del departamento encargado de los planos técnicos y de ejecución. También hay un proceso de gestión y pedidos».
¿Cuál es tu papel durante el proceso de cuidar el presupuesto del cliente, buscar que la parte creativa se adapte con los materiales y que todo funcione correctamente?
Naroa Quirós: «La parte del presupuesto e inversión del cliente es muy importante. Nosotros hace muchos años que necesitamos de un presupuesto de inversión claro desde el inicio. El cliente es quién decide la cantidad que quiere gastar, siempre dentro de unos márgenes razonables. Una vez el cliente nos da ese presupuesto de inversión, diseñamos acorde a ese presupuesto. Durante el proyecto, es necesario estar recordándolo para ir poniendo límites. Es muy difícil llegar a la idea perfecta, que cumpla el briefing del cliente y, además, vaya en línea con el presupuesto».
Estudio Madrid in Love
En la realización del proyecto, ¿Cómo compagináis vuestra experiencia con las propuestas del cliente?
Juan Luís Medina: «Se trata de escuchar, proponer e intentar sorprender al cliente con propuestas originales. Una vez analizamos su perfil, su estilo de vida y sus necesidades, intentamos ofrecerle las soluciones que más se adaptan para cumplir con los requisitos originales del proyecto. Al final, el proceso consiste en intentar llegar a esa línea intermedia entre lo que nosotros proponemos y lo que el cliente quiere. Otras veces, el cliente sabe exactamente lo que quiere y necesita, entonces nosotros solo nos encargamos de hacer realidad su proyecto».
Dentro del estudio, habéis realizado proyectos muy distintos. ¿Cómo os organizáis y trabajáis durante estos encargos de tipologías tan diferentes?
Juan Luís Medina: «Intentamos ser muy versátiles a la hora de aceptar los diferentes encargos. Nos gusta que se nos presenten proyectos que nos saquen de nuestra línea de confort y nos inviten a investigar otras formas de hacer las cosas. Ponemos mucha ilusión e intentamos aprender de cada proyecto. Hacer oficinas, farmacias o un centro de buceo han sido algunos de los proyectos que nos han permitido salir de nuestra zona de confort y abrirnos a nuevos retos. En el estudio tenemos un equipo formado, joven, y que pone ilusión en cada proyecto. Además, también intentamos trabajar con profesionales de otros sectores en momentos puntuales que nos enriquecen mucho».
Estudio Madrid in Love
¿Cómo conseguís lograr que los proyectos realizados en el extranjero tengan la misma esencia?
Juan Luís Medina: «En los proyectos extranjeros normalmente trabajamos hasta la fase de diseño o de ejecución. Somos buenos creando el concepto, en el diseño, y en presentar el proyecto de ejecución para su posterior construcción. Para la construcción, cada país dispone de sus arquitectos que controlan las normativas de ejecución y de todo el proceso que varía en cada región. Si durante este proceso surge algún problema, nosotros siempre los acompañamos mediante reuniones virtuales para solucionar sus necesidades lo antes posible. Por otro lado, es verdad que nos perdemos la última fase del proyecto en la que llega el mobiliario, hacemos las pruebas de luz, etc.».
¿Cuáles son los proyectos más importantes dentro de vuestra trayectoria como estudio?
Juan Luís Medina: «El primer proyecto fue Dry Martina que nos permitió empezar a hacer restaurantes con un diseño cuidado. Este también nos abrió las puertas a que Madrid empezase a apostar por la hostelería de diseño. Poco a poco, hemos conseguido que los empresarios y hosteleros entiendan la necesidad de una arquitectura con diseño. Otro, fue el Café Comercial, un proyecto que nos apetecía mucho hacer. Además, ha habido proyectos como las oficinas Workout o el primer hotel que nos sacaron de nuestra zona de confort. Por último, también nos gusta hacer proyectos donde no tenemos clientes, como por ejemplo Aguacate. Este tipo de proyectos nos gustan porqué podemos trabajar con total libertad y ser nosotros mismos ofreciendo un diseño más integral».
Estudio Madrid in Love
A parte de hacer proyectos de restauración, ¿ qué otros proyectos hacéis con frecuencia?
Juan Luís Medina: «También hacemos viviendas. Hacemos menos proyectos de este tipo porqué es como hacer un traje más a medida, es diseñar un espacio para dos personas o una familia, donde te tienes que centrarte mucho más en ellos. Requiere que haya otra relación con el cliente, entenderle, acompañarle e intentar que se equivoque lo menos posible en la toma de decisiones. Tienes que entender las decisiones. Lo cierto es que me sigue apeteciendo hacer proyectos de todo tipo».
¿Con qué estáis trabajando ahora, en este espacio nuevo?
Juan Luís Medina: «Ahora estamos en una época de recycling para ver cómo nos mostramos después de diez años de trayectoria. Esto va a pasar dentro de poco y estamos dentro de un proceso creativo de darle la vuelta a todo, de investigar, de mirarnos por dentro, de ver qué queremos hacer…».
Estudio Madrid in Love
¿Cómo ves el futuro del estudio MIL?
Juan Luís Medina: «Nos gustaría diversificar y seguir haciendo muchas cosas. Nos encanta tener un estudio de interiorismo, pero también nos encanta tener este nuevo espacio abierto donde pasan cosas, donde haya exposiciones, se celebren eventos, donde hay un showroom, hacemos mobiliario, etc. Buscamos que cualquier cosa nos emocione y tener siempre esa inquietud y motivación de querer hacer algo nuevo».
«¿Dónde nos gustaría llegar? Nos gustaría conseguir clientes enfocados en hacer proyectos más grandes como hoteles, viviendas, yates... Cualquier tipo de cosa que no hayamos hecho hasta el momento. Ahora, tenemos el proyecto Olité, que marcará un antes y un después dentro del estudio. Se trata de un proyecto propio, como fue en su momento Aguacate, donde no tenemos clientes y somos nosotros mismos».
Naroa Quirós: «Lo cierto es que el futuro de MIL Estudios pasa por Juan Luís, por Naroa, por todo el equipo que tenemos y por toda la gente que nos sigue. Queremos hacer muchas cosas más, somos muy inquietos por naturaleza. En este nuevo espacio queremos que pasen cosas relacionadas con el interiorismo. Dentro de 5 años, me gustaría pensar que estaremos haciendo proyectos de los que nos enamoramos, de interiorismo y de otros ámbitos y así explotar nuestro expertise en dirección creativa. Juntándonos con artistas, con gente, como decía Juan Luís, de escenografía».
Con esta visión de empresa, ¿cómo veis vosotros la importancia que tiene la comunicación para un despacho de interiorismo y arquitectura?
Naroa Quirós: «La comunicación es importante ahora mismo. El cómo te ve la gente y cómo te proyectas hacia fuera. Hemos hecho un ejercicio de reflexión y hemos visto que no enseñamos lo que hacemos. Siempre estamos trabajando y se nos olvida esa parte de mostrar qué hacemos y quiénes somos. Hay gente que todavía piensa que hacemos lo que hacíamos hace 10 años, pero hora hacemos cosas totalmente diferentes, y la gente no lo sabe. De hecho, tenemos un plan de comunicación, de cambio de imagen y rediseño de la web para mostrar a la gente lo que estamos haciendo y de comunicarlo de una forma efectiva y eficaz».
El despacho del futuro se centrará en manejar un estudio (sin importar su tamaño) del mismo modo que se maneja una empresa. Háblanos sobre la parte en la que arquitectos e interioristas acaban ejerciendo de empresarios.
Naroa Quirós: «Cuando un estudio empieza a crecer, tiene que profesionalizarse porqué tiene que buscar ser rentable para evitar gastos que puedan generar problemas. Se tiene que enfocar desde el punto de vista de la gestión. En cualquier estudio que busque crecer, le recomendaría que cuente con gente profesional que se dedique a este campo de la gestión. Creo que siempre hace falta la presencia de estos profesionales para que ayuden a gestionar y permitan a los arquitectos ejercer su propia profesión centrada en la creatividad».
«En referencia a esta gestión, hace unos años buscamos mejorar la metodología de trabajo para poder medir todo el trabajo que hacemos. Analizamos las horas de cada miembro del equipo dedicadas a cada proyecto y las horas que están fuera de proyecto (newbussines, formaciones…). De esta manera, ahora sabemos lo que cuesta un proyecto teniendo en cuenta la parte intangible (de creatividad, de expertise, de knowhow…) y la parte de ejecución y trabajo. Hemos conseguido conocer y valorar más nuestro negocio, saber qué costes tenemos y vender mejor nuestros servicios».
«Además de medir lo que hacemos, ha habido momentos de plantearnos un posicionamiento claro. Al final, la carta es muy grande y no puedes hacer de todo, tienes que aprender a descartar proyectos. Intentamos ser un estudio maduro y posicionarnos en el mercado. Estamos especializados en espacios públicos, restauración, hostelería y oficinas».
«En el estudio, esta organización nos ha hecho llegar a hasta aquí y nos ha permitido poder abarcar cierta cantidad de proyectos, de gente, de proveedores».